El éxodo venezolano ha supuesto la migración de aproximadamente 5 millones de venezolanxs entre el 2015 y el 2022. Este fenómeno es algo relativamente nuevo para la región, ya que en su mayoría los países latinoamericanos han sido países de emigración. Por esta razón tanto los países de tránsito como los de acogida se han visto enfrentados a una serie de desafíos que se suman a los ya presentes. La xenofobia se destaca entre los desafíos actuales, especialmente en un contexto donde la militarización de fronteras y los discursos de rechazo hacia los migrantes son cada vez más frecuentes. El caso del Perú es de especial importancia ya que es el segundo país que ha dado mayor acogida a lxs migrantes venezolanxs (Aguilar 2024). En el Perú el rechazo hacia lxs extranjeros procedentes de Venezuela ha aumentado considerablemente en los últimos años, al punto de que los discursos antimigratorios se han vuelto comunes en diversos ámbitos de la sociedad peruana. Estos discursos afectan la calidad de vida del migrante y dificulta sus posibilidades de integración y estabilidad. Amaya y Elguera (2023) presentan en su investigación que 8 de cada 10 peruanxs se oponen a una mayor presencia de venezolanxs en su entorno. Además, el 50% de lxs peruanxs manifiesta tener poca o ninguna simpatía con las personas migrantes de Venezuela. El origen de este sentimiento de rechazo es la percepción de un aumento de la inseguridad a causa de la inmigración.
Los medios de comunicación juegan un rol vital en la percepción de la realidad y en la transmisión de retóricas, a esto se lo conoce como Media Framing. Los medios de comunicación no solo construyen, sino que también guían los debates públicos, moldeando lo que los lectores piensan. Con frecuencia, adoptan una única perspectiva y dejan de lado enfoques alternativos. Las perspectivas existentes en el Perú son muchas veces unánimes, como señala la organización Reporteros sin Fronteras el 80% de la circulación de diarios y el 68% de audiencia total en línea se concentra en el grupo El Comercio. Esto comprueba el monopolio mediático y de opinión existente en el Perú. Es a través de la formación del “otro”, en este caso el migrante, que se proyecta a este como una amenaza, logrando así instaurar en los debates de a diario el rechazo al migrante. De esta manera la consolidación de un enfoque securista en la política es priorizado, retratando a la inmigración como un problema del que hay que “defenderse” y configurando y estableciendo así actitudes xenófobas.
El artículo “¿Qué tan xenófobos somos los peruanos?” de Ojo Público retrata el sentimiento frente a la población venezolana. Por ejemplo, este artículo demuestra que un tercio de lxs peruanxs rechazaría tener unx vecinx venezolanx, y un 66% no estaría dispuesto a contratar a una persona de Venezuela. Ambos resultados son muy preocupantes pues demuestran las dificultades que enfrentan lxs venezolanxs para integrarse en la sociedad peruana y encontrar un trabajo. La falta de oportunidades
laborales formales los lleva a recurrir al trabajo informal, donde suelen enfrentar condiciones laborales muy precarias. En el Perú, los medios de comunicación han sido protagonistas en la difusión de noticias sensacionalistas sobre el incremento de la inseguridad en el país desde el aumento de la población venezolana. De esta manera los medios de comunicación han conseguido normalizar discursos de odio y formar estereotipos negativos sobre lxs migrantes venezolanxs. Maeda et al. (2021) afirma que existe una relación entre la percepción negativa de la población venezolana y los medios de comunicación masivos. Los resultados del estudio presentan que alrededor del 86% de las noticias de prensa escrita y televisiva que mencionan a personas venezolanas las relacionan con el crimen. Además, los noticieros suelen retratar a lxs venezolanxs como victimarios y a lxs peruanxs como víctimas de sus crímenes. Esto contribuye a legitimar y consolidar un discurso peyorativo hacia la comunidad venezolana, asociándola con el crimen y la inseguridad ciudadana, además de retratarla como antagónica a la población peruana.
Bahar et al. (2020) estudia la relación entre flujos migratorios y criminalidad. Contrario a lo que la prensa reporta, este estudio determinó que para el año 2019 la población venezolana estuvo involucrada en significativamente menos crímenes que la población nativa de Perú. Sorprendentemente ese mismo año se reportó un pico en las noticias que asociaban a migrantes venezolanos con el crimen según Aguilar (2024). Además de eso durante los años 2018 y 2019 la migración alcanzó el pico más alto (Aguilar 2024). Bahar et al. (2020) también argumenta que en los casos donde la criminalidad aumentó debido a la migración no fue debido a la migración per se sino a las condiciones migratorias, como la falta de un estatus migratorio claro o la falta de integración en el mercado laboral de lxs migrantes. En ese sentido, el incremento de discursos de odio y de políticas que restringen la migración no solucionaría los problemas que se “relacionan” a los flujos migratorios sino solo los generaría y también los agudizaría.
Durante la redacción del artículo, me cuestioné si la migración solo nos ha demostrado de manera más clara los problemas que existen dentro del Perú. La migración permite externalizar el problema y culpar a otrxs por los problemas que ya existían en el país. Así la xenofobia nos da la posibilidad de culpar a nuestro reflejo por nuestros problemas y los discursos antimigratorios sirven para reconfortarnos ya que la migración solo demuestra lo que (no) hemos podido lograr como sociedad. Problemas como la criminalidad, la informalidad y la falta de instituciones que garanticen estabilidad son el tema de siempre en la región y mediante la migración ha quedado claro cómo es que estos problemas nos afectan a todxs. La diferencia ahora es que tenemos a “alguien” quien culpar más que a nosotrxs sin tener que admitir que el problema lo venimos cargando con los años.
Finalmente, es importante resaltar los resultados de Bahar et al. (2020), ya que nos ayudan a comprender como funcionan las dinámicas entre migración, precariedad y criminalidad. En una
sociedad que excluye a la población migrante y que la empuja al trabajo informal o al desempleo, las personas migrantes van a buscar la manera de sobrevivir recurriendo a la última manera de supervivencia, el crimen. Por esta razón la política debería tener en cuenta que el aumento de las restricciones para la formación de una vida “legal” de lxs migrantes va a tener un resultado contrario al esperado, no solo dentro del aumento en la inseguridad sino también en el aumento de la informalidad o el aumento de la pobreza. Adicionalmente, se acusa a las personas migrantes de „arrebatar“ empleos a la población local y de ejercer una presión negativa sobre los salarios. No obstante, la migración ha demostrado tener un impacto positivo en la economía, incrementando la demanda por bienes y servicios, como argumenta Maeda et al. (2021). Aún más importante es la posibilidad de tener un aumento exógeno en la población económicamente activa y en la población joven, lo que permitiría aprovechar el capital humano adicional, especialmente en un país donde un número creciente de personas decide emigrar. De esta manera los efectos positivos en la economía podrían compensar los presuntos impactos negativos. Asimismo, es importante recalcar las recomendaciones de Maeda et al. (2021) para combatir la xenofobia y su difusión y normalización a través de los medios de comunicación: (i) impulsar la eliminación de estereotipos presentadas en medios de comunicación, (ii) facilitar recursos para campañas anti-discriminación, (iii) promover la inclusión a través de medios estatales, y (iv) elaborar materiales informativos con un enfoque de Derechos Humanos sobre la migración para que sea difundido en diferentes plataformas del Estado.
Lista de Referencias:
Aguilar, Sergio Luiz Cruz. 2024. ‘Discrimination, Criminalization and Xenophobia in the Media: The Case of Venezuelan Migration in Brazil, Colombia, Ecuador, and Peru 1.’ Xenophobia in the Media. 1st ed. Routledge, 2024. 135–151. Web.
Amaya, Laura. 2022. ¿Qué tan xenófobos somos los peruanos? Ojo Público. Recuperado de https://ojo-publico.com/3913/que-tan-xenofobos-somos-los-peruanos
Bahar, Dany, Dooley, Meagan y Selee, Andrew. 2020. ‘Venezuelan Migration, Crime, and Misperceptions: A Review of Data from Colombia, Peru, and Chile’. Washington, DC: Migration Policy Institute and Brookings Institution.
Amaya, Laura y Elguera, Saúl. 2022. ‘Determinantes de la opinión pública xenófoba en el Perú’. Lima: Consorcio de Investigación Económica y Social, Investigaciones.
Maeda, Jessica, Palacios, Tessy, Ramos, Gabriela y Velarde, Paola. 2021. ‘La Xenofobia en la Lucha contra la Discriminación en el Perú: Los retos pendientes para contribuir a una agenda de integración desde el Poder Ejecutivo’. Lima: Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Reporteros sin Fronteras. 2016. MOM Perú revela un alto nivel de concentración mediática que amenaza la libertad de expresión en Perú. Recuperado de https://rsf.org/es/mom-peru-revela-un-alto-nivel-de-concentración-mediática-que-amenaza-la-libertad-de-expresión-en-0