por Alejandro Tafur Fernández
La inmigración árabe ha sido un fenómeno clave en la configuración cultural, económica y social de Latinoamérica, con un impacto particular en países como Chile y Colombia. Estos territorios han sido testigos de la llegada de importantes diásporas árabes, que se establecieron en sus territorios desde finales del siglo XIX, dejando una huella profunda en sus comunidades. Este artículo examinará la migración palestina a Chile y la sirio-libanesa a Colombia, destacando el rol de la prensa árabe y el proceso de movilidad respectivamente, como piezas angulares del proceso migratorio en ambos países.
El caso de Chile: prensa y preservación cultural
Chile alberga la comunidad más grande de descendientes de palestinos fuera del mundo árabe. Un fenómeno que no solo refleja la magnitud de la migración, sino también la capacidad de esta comunidad para mantener y promover su identidad en un contexto tan distinto. La primera oleada de migrantes palestinos llegó al país austral a principios del siglo XX, huyendo de los conflictos bélicos del Imperio Otomano, como la Guerra de Crimea, la Primera Guerra de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial donde eran mandados a primera línea del frente como carne de cañón. Estos migrantes, que se asentaron principalmente en Santiago y otras ciudades importantes, no tardaron en organizarse en torno a clubes sociales y deportivos, así como en medios de comunicación, como los periódicos al-Watan y ash-Sharq. Según Bawalsa (2016), estos periódicos jugaron un papel crucial en la formación e integración de la comunidad palestina en Chile, sirviendo como plataforma para la defensa de sus derechos y la preservación de su identidad cultural, ya que sufrieron xenofobia por parte de la aristocracia chilena que los consideraban inmigrantes de segunda clase por desempeñarse en el comercio ambulante.
Durante la década de 1920, estos periódicos abordaron fuertemente el Decreto de Ciudadanía Palestina de 1925, que favorecía la naturalización de inmigrantes judíos sobre los palestinos residentes en el extranjero. Este decreto privó a miles de palestinos su ciudadanía, una medida que fue activamente criticada por los periódicos mencionados, que instaron a sus lectores a rechazar la etiqueta de „otomanos“ y afirmar su identidad palestina y su conexión con la tierra ancestral. Además de su función informativa, estos medios de comunicación actuaron como redes de cohesión y movilización para la diáspora palestina chilena, conectándose con otras comunidades árabes a nivel regional y global, fomentando la solidaridad y la acción colectiva dentro de la diáspora, en otras palabras lo que hoy conocemos como “Red Social” pero en físico. (Bawalsa, 2016)
Esta red transnacional facilitó la organización de eventos comunitarios, clubes sociales y actividades culturales. La fundación de instituciones, tan vigentes en la actualidad, como el Club Deportivo Palestino son ejemplos de cómo esta comunidad logró establecer espacios para la preservación y promoción de su cultura, además de convertirse en importantes actores dentro del ámbito social y deportivo chileno. Además, la comunidad palestina se destacó por su capacidad para adaptarse y prosperar económicamente, jugando un rol principal en sectores como el comercio y la industria textil, lo que les permitió tener una presencia significativa en la economía local y fortalecer su influencia en la sociedad chilena (Bawalsa, 2016).
El caso de Colombia: movilidad y éxito económico
En Colombia, la migración sirio-libanesa comenzó a mediados del siglo XIX y continuó hasta la primera mitad del siglo XX, consolidándose como una de las migraciones más significativas del país. Con más de 3.2 millones de personas con ascendencia árabe, Colombia se destaca como uno de los países con mayor población de origen árabe en el mundo hispano. Domínguez (2019) describe cómo, a pesar de las guerras civiles y la inestabilidad económica en Colombia, motivados por una combinación de factores políticos, económicos y sociales, incluyendo las reformas “Tanzimat” en el Imperio Otomano y la crisis económica en el “Levante Mediterráneo”, se estima que entre 10,000 a 30,000 sirios y libaneses se establecieron en la costa Caribe colombiana entre 1880 y 1930, atraídos por la similitud del clima y las oportunidades en el comercio y la industria textil. Cabe resaltar, que la mayoría eran cristianos u ortodoxos principalmente de Líbano, Siria y Palestina.
La migración sirio-libanesa no solo representó una búsqueda de oportunidades económicas, sino también una estrategia de adaptación cultural. A pesar de enfrentar xenofobia y ser erróneamente llamados „turcos“ debido a sus pasaportes otomanos, estos inmigrantes lograron prosperar, estableciendo redes comerciales sólidas y contribuyendo significativamente al desarrollo económico de Colombia. En gran parte este éxito económico fue resultado de su habilidad para mantenerse al margen de los conflictos políticos locales, ya que no eran afines a ninguna ideología bipartidista de la época, lo que les permitió concentrarse en sus negocios. Al igual que sus coterráneos en Chile, su influencia se expandió a través de la creación de asociaciones y clubes sociales, como el Club Colombo-Libanés y la Unión Libanesa de Beneficencia, que facilitaron la preservación de sus tradiciones y la interacción social (Domínguez, 2019)
En ciudades como Barranquilla y Cartagena, establecieron mercados y comercios que impulsaron el desarrollo económico local. En Bogotá, la „Calle de los Turcos“ se convirtió en un centro comercial destacado, mientras que en zonas rurales como el Valle del Río Sinú, se involucraron en actividades agrícolas y de transporte fluvial, adaptando sus conocimientos a las condiciones locales y contribuyendo al desarrollo agrario de la región (Domínguez, 2019).
Conclusión: Resiliencia y Contribución Cultural
Tanto en Chile como en Colombia, las diásporas árabes han demostrado una notable capacidad de adaptación y éxito en contextos diversos, manteniendo una conexión fuerte con sus raíces y contribuyendo de manera significativa a sus sociedades de acogida. Mientras que la comunidad palestina en Chile se ha caracterizado por su activismo y preservación cultural a través de la prensa, la comunidad sirio-libanesa en Colombia se destaca por su integración económica y su papel en el desarrollo urbano y rural del país. Estas historias reflejan la resiliencia y el impacto indeleble de las diásporas árabes en Latinoamérica, subrayando la importancia de valorar sus contribuciones a la diversidad y riqueza cultural de la región.
Bibliografía
- ● Bawalsa, Nadim (2018) Palestine West of the Andes, NACLA Report on the Americas, 50:1, 34-39 https://doi.org/10.1080/10714839.2018.1448592
- ● Domínguez, Ó. (2019).Comunidades sirio-libanesas en Colombia durante la primera mitad del siglo XX.Revista Alaüla, Vol.6, 48-61.https://revistas.unicartagena.edu.co/index.php/revistaalaula/article/view/3360/ 2847
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