Angelina: el alfa y el omega
(Introducción y comentario por Carlota M. Eisenhuth)
Angelina es el título del primer y también del último poema de Fiat lux. En vista que las estrofas están estructuradas en verso libre de diversa extensión, se marcará con números entre paréntesis cada cinco versos para facilitar su identificación en el comentario, aunque no aparezcan así en el original. En adelante proporcionaré también referencias y voces de diccionario de las palabras que considero clave, varias de éstas a menudo tienen varias acepciones en contextos muy amplios, por esta razón eventualmente se podría pasar por alto su especificidad en una lectura inicial. Todas las definiciones (“entre comillas”) en castellano fueron tomadas del Diccionario de uso del Español de María Moliner (MM). No todas las referencias a diccionario me parecen fundamentales para una interpretación final del poema, sin embargo, me resultaron importantes para un primer acercamiento al texto. Para facilitar el trabajo con ambos poemas de aquí en adelante, se referirá al poema que abre Fiat Lux como ‘Angelina I’, y aquél que cierra el poemario como ‘Angelina II’.
Angelina I
(traducción por Carlota M. Eisenhuth)
prende un cerillo no me gusta esta falta esencial del pobre modo[1] préndelo como si uno a sí mismo nunca se imperara[2] como si para imperarse fuera necesaria (5) rutinaria y filosa la escisión[3] préndelo lo prendo y qué hago luego – Prende la estufa. – Sí, señora. (10) Angelina es breve y requemada[4]. Las marcas de sol. No son de sol. Sí son. Son preludios del cáncer. Son herencia. Sobre la hornilla, el aceite bulle en iras. (15) Esta cocina casi pasillo, casi tránsito[5] a otro mundo mucho menos azul y más de orquídeas, de pereza, de flores más lentas que la tarde, humedades profundas, corruptoras[6], colibríes, cruás[7]allá en lo alto, a contraluz. Angelina va friendo camarones[8]. Guarda uno, come tres; (20) guarda uno, come tres. Guarda uno. Come tres. Angelina tiene el hambre de su abuela; (25) más allá: tiene el hambre de la abuela de su abuela. Y un historial[9] de retirarse y retirarse bajo el crepitar de décadas de sol, sobre el fulgor[10] insano de una tierra (30) más quebrada[11] que sus pechos. No es la lengua[12], es el Nordeste[13] el que le lame los dedos a Angelina: la seca esparce sal sobre su presa. Y son tan buenos estos camarones. (35) Los subterráneos del hambre lloran –sí, pero no siempre– caldo de sopa. Lloran[14] también esta charola[15] tan abundante y gris de camarones. Lloran la madurada tersura de los libros. Y lloran las rosas –cómo no– las rosas. (40) Y llorarán siempre hasta que el fuego. |
zünde ein Streichholz an mir gefällt dieser grundlegende Mangel des Modus nicht zünd‘ es an als ob man sich selbst niemals befehlen würde als ob die Spaltung, routiniert und scharf, (5) zum Befehlen nötig sei zünd‘ es an ich zünde es an, und was mache ich dann – Zünd‘ den Ofen an. – Ja, Señora. (10) Angelina ist wortkarg und braungebrannt. Die Spuren der Sonne. Sie sind nicht von der Sonne. Doch, sind sie. Sie sind Vorzeichen von Krebs. Sie sind geerbt. Auf dem Herd siedet zornig das Öl. (15) Diese Küche, fast Flur, fast Durchgang zu einer anderen Welt, viel weniger blau und mehr mit Orchideen, Trägheit, Blumen langsamer als der Abend, mit tiefer, verderbender Feuchtigkeit, Kolibris, cruás dort oben im Gegenlicht. Angelina frittiert Garnelen. Sie packt eine ein, isst drei; (20) packt eine ein, isst drei. Sie packt eine ein. Isst drei. Angelina hat den Hunger ihrer Großmutter; (25) mehr noch: sie hat den Hunger der Großmutter ihrer Großmutter. Und eine Geschichte des Rückzugs und des Weichens vor Jahrzehnten praller Sonne, auf dem ungesunden Glanz einer Erde (30) rissiger als ihre Brüste. Es ist nicht die Zunge, es ist der Nordosten, der Angelina die Finger leckt: die Trockenheit verstreut Salz über ihre Beute. Und diese Garnelen schmecken so gut. (35) Die Tiefen des Hungers weinen –ja, aber nicht immer– Suppenbrühe. Sie beweinen auch dieses Tablett so üppig und grau voller Garnelen. Sie beweinen die fortgeschrittene Glätte der Bücher. Und sie beweinen die Rosen –wie denn auch nicht– die Rosen.(40) Und sie werden immer weiter weinen bis zum Feuer. |
[1] Se refiere al ‘modo verbal’, por ejemplo: indicativo, subjuntivo, imperativo. [2] Literalmente: “Mandar en un sitio o sobre alguien ~ Dominar, gobernar”. En este caso se refiere al uso del modo verbal imperativo. [3] “Acción y efecto de escindir[se] escindir: Dividir[se] o abrir[se] algo, en sentido material o espiritual”. [4] “Ennegrecido por la intemperie o la proximidad del fuego”. [5] “Sitio por donde se pasa”. [6] “Se aplica al que corrompe o intenta corromper.” Corromper: “Alterarse una cosa haciéndose mala; particularmente, pudrirse o hacerse impura, descomponer”. [7] “Planta de cucurbitáceas de Brasil, especie de calabaza” (Dicionário Online de Português: DOP). [8] “Nombre dado a varias especies de crustáceos de la familia de los palemónidos, que son de la misma forma que las gambas, pero muy pequeños”. [9] “Relación de datos, méritos, etc., referentes a una persona o entidad”. [10] “Brillo muy intenso ~ Resplandor”. [11] “Se aplica al terreno que contiene cortaduras o desniveles”. [12] “Órgano muscular movible situado en la cavidad de la boca. En el hombre, sirve para gustar, para deglutir y para articular los sonidos”. [13] “Nordeste: región nordeste de Brasil, una de las cinco regiones del país definidas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística”. [14] “Tener sentimiento por una desgracia ~ lamentar”. [15] “Bandeja”. |