Hace unos días apareció la primera parte de una redacción escrita por una estudiante de la Freie Universität sobre ciertos espejos que salpican un bosque de Berlín.
A continuación copio la segunda y última parte:
Reacciones
En 2001, poco antes de la inauguración del monumento se desató cierta polémica. Un artículo en el periódico Die Tageszeitung de 2001 relata como la decisión por el tipo de monumento fue resultado de un concurso y una alternativa hubiera sido mucho más visible a los visitantes de la Waldbühne pues el proyecto escogido le resultó a algunos demasiado escondido.
Asimismo, se criticó el hecho que el lugar exacto donde se llevaron a cabo las ejecuciones durante la Segunda Guerra Mundial no resulta accesible al público por que es usado por la policía. Hasta hoy esto no ha cambiado.
Los espejos del monumento se adaptan al lugar por estar dentro del espacio de la policía y por su inclinación reflejan partes que sin ellos estarían invisibles. Por otro lado, una entrevista ha expuesto una opinión mas positiva: con su silencio el monumento parece entrar en otro nivel de consciencia y hace entender un poco más el miedo y la sutilidad de una amenaza con que eran confrontados los soldados finalmente ejecutados.
Otro entrevistado llama atención a lo especial que es un monumento para soldados desertores, que en muchos otros países y otros contextos también han sido ejecutados por su oposición.
Alemania ha creado en los últimos decenios una plataforma moral para que un monumento de estas características pueda existir. De hecho hasta 1997 el acto de ejecución contra “Wehrkraftzersetzer” durante la Segunda Guerra Mundial no fue denunciado como antijurídico.
Un monumento adecuado
Los espejos me han impresionado y me han hecho reflexionar más sobre el tema. Tanto sobre las ejecuciones, lo que significaron, su contexto, como también en lo que se refiere a un monumento de memoria histórica. Dado que no es muy conocido en la ciudad creo que de veras está demasiado escondido.
Pero por otro lado, parece un lugar muy adecuado, el monumento hace algo más accesible un lugar que normalmente no lo es (área policíaca) y refleja la inseguridad y la amenaza que habrán sentido las víctimas para las que fue levantado el monumento.
En ese sentido me parece un buen monumento de memoria histórica. La sutilidad del diseño y lo disperso que es le dan una nueva dimensión a lo que para mí significaba un monumento histórico.
En esta dirección pueden verse más fotos: https://www.denkzeichen-am-murellenberg.de
Autora del texto: Kim C. v. Schönfeld – 10.12.12
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