En el capítulo VI titulado EL EMBARCADERO de la novela EL VIAJE DE JONÁS – que ya comentamos en estas LETRAS EN DANZA -, el protagonista se encuentra en Jope, a la espera de poder embarcarse. Paseando por esa ciudad portuaria descubre maravillado la casa de los baños públicos: “Era el edificio un octógono que se remataba en una cúpula”. Un encargado o bañista que ve a Jonás interesado, le ofrece visitar las termas pues según quienes
“habían corrido mundo decían que eran los más maravillosos baños que existían, y las paredes conservaban algunas inscripciones y pintadas o grafitti, que el encargado aseguró que se respetaban porque eran poemas muy hermosos.”
Entonces, el encargado muestra a Jonás la “incisión de unas letras”, cuyo significado el profeta desconoce. Algo que me interesa destacar antes de comentar ese grafitti cincelado en piedra, es el lapso entre la pregunta de Jonás sobre su significado (“¿Qué quieren decir?”) y la respuesta del encargado que emite silabeando comenzando con un “Dice”. Estamos ante un intervalo discursivo que traduce el silencio necesario para “recordar”
“El encargado se rascó la cabeza, como para avivar la memoria, pidió un instante de tiempo para recordar …”
Ahí nos encontramos en un espacio donde se recupera un saber perdido, o enredado entre neuronas. Este silencio reviste especial importancia por lo que recupera. El silabeo de las palabras trasluce un arcano y dice así:
“En invierno y en verano, cerca o lejos; hasta la muerte y más allá”
La inscripción la explica el bañista aclarando que se trata de un poema de un amante, hablando con un amor ausente. Jonás, parece tan afectado que se mantiene callado “con la boca abierta” y “conmovido”. Solo alcanza a comentar más tarde que es muy hermoso. Así es.
Acertar con el significado de estas palabras me resulta delicado. Cuando en el pasado me atascaba con cuestiones textuales en los libros de José Jiménez Lozano, me dirigía a él por carta o más tarde por correo electrónico, para que me aclarara mis dudas. Siempre contestó sacándome de mi desconocimiento.
Aquí y ahora solo me queda el recuerdo de su vera amicitia.
En lo alto de la escalera labrada de la Universidad de Salamanca, encontramos un relieve que representa a un joven que va descalzo y muestra su corazón al desnudo. Según la explicación de don Luís Cortés Vázquez, que fue mi profesor de Francés Medieval en Salamanca, esta imagen representa la Vera Amicitia. En ella aparecen dos filacterias: una en lo alto donde se lee INVIERNO Y VERANO. En la inferior leemos las palabras MUERTE Y VIDA.