Me ocurre con cierta frecuencia – desde finales del siglo pasado -, que cuando sé que una o un estudiante ya no formará parte de mis grupos, porque termina sus estudios o ya ha alcanzado los créditos y el nivel correspondiente a sus objetivos, siento nostalgia de lo irrepetible. Cada caso es particular y personal. Único. Podría dedicar un apartado en estas LETRAS EN DANZA para rememorar la huella que dejan en mí como profesora algunas*os estudiantes.
Una forma de reunir la separación y distancia es abordar otro tipo de contacto, diferente al que impone el aula y las jerarquías interiorizadas. Estas LETRAS EN DANZA se prestan para seguir hablando e intercambiando pareceres.
He acompañado a Andrea Valentina Bouras en mis cursos de lengua desde que empezó a estudiar en la Freie Universität en octubre de 2019. Entró con un considerable nivel de español. Habla con fluidez varias lenguas, por biografía familiar y por sus estudios y estancias en el extranjero. Después de terminar y superar con éxito máximo sus exámenes en mis cursos, le propuse escribir un comentario sobre una entrevista a Belén Gopegui que habíamos estudiado juntas. Charlamos paseando por Berlín para aclarar algunas cuestiones.
Les ofrezco a continuación el texto que ella ha escrito para estas LETRAS que hoy DANZAN al ritmo de espacios televisivos graduados no solo por la presencia escénica, sino sobre todo por la palabra justa y certera: Belén Gopegui, en la entrevista de LATE MOTIV, se abre paso de forma discursiva entre dos hombres que, como un paréntesis, intentaban emparedarla con sus frases.
Les recomiendo que antes de leer las líneas siguientes escritas por Andrea Bouras, vean (y en especial escuchen) la entrevista cliqueando aquí. Después del comentario de Andrea sabrán ustedes a ciencia cierta a qué grupo de espectadores pertenecen.
María Jesús Beltrán
LATE MOTIV Belén Gopegui. ‘Quédate este día y esta noche conmigo‘
Como mujeres, y especialmente como mujeres tímidas, tenemos que ocupar el espacio que nos corresponde e intentar dejar una marca. En su primera entrevista en televisión nacional Belén Gopegui utiliza el hueco que le conceden los moderadores del programa LATE MOTIV y asume la dirección del espacio necesario para explicar su punto de vista.
Para comentar esta entrevista, podría hablar de las innumerables veces que los dos hombres no la dejan hablar, de las pocas preguntas abiertas que le hacen, de la machoexplicación u otros aspectos negativos y muy notables de la entrevista, pero decidí centrarme en el aspecto más importante para mí: su toma de posición y la impresión que deja la escritora.
Al comienzo de la entrevista ella deja claro que es una persona tímida, creándose así un ambiente más agradable, reduciendo las expectativas puestas sobre ella por parte de Quique Peinado, que la presenta al principio del programa, y, en general, por la imagen creada por las demás personas entrevistadas en televisión que suelen ser extrovertidas.
Durante la entrevista está muy silenciosa, sonríe tímidamente y su lenguaje corporal (su/s mano/s entre sus piernas, su espalda inclinada que la hace parecer aún más pequeña) deja entender que se siente por lo menos un poco incómoda. Cuando hablan los hombres (prácticamente entre ellos) ella los mira y escucha atentamente. Al principio le plantean algunas preguntas, pero la interrumpen muy rápidamente cuando intenta contestar. Tan pronto como Quique Peinado le hace una pregunta abierta, ella contesta y, aunque su timidez es visible, se pone seria, habla de su libro y presenta su punto de vista con fluidez. Las demás preguntas que le hacen son muy abiertas y complejas, mas ella las contesta de manera segura y directa, y ellos escuchan y la dejan hablar.
Más adelante aprovecha el tiempo que le dan para explicar a los dos hombres que no tienen que hablar por ella y para presentar su punto de vista acerca de los temas anteriores ilustrados por Quique Peinado que habló sobre ella sin dejarla hablar. Por fin presenta su libro desde su perspectiva e incluso interrumpe al moderador para desarrollar su posición (acerca del humor como resistencia).
Una gran ventaja es el hecho que al final de la entrevista Belén Gopegui habla más, por lo que el público se queda con la impresión que ella sí pudo presentar su punto de vista, a pesar de los intentos de los hombres de llevar la conversación entre ellos. Para los espectadores que no se dieron cuenta de las interrupciones y las pocas palabras que dice, ella llama la atención sobre ese aspecto y para aquellos que sí se dieron cuenta espero que también hayan podido apreciar las respuestas interesantes de esta mujer.
Andrea Valentina Bouras
Estudiante de HISPÁNICAS de la Freie Universität Berlin