Un nuevo curso está llegando a su fin. Una vez más, invito a mis estudiantes a que publiquen algunos de los textos que han escrito para las clases de español que ofrecemos en la Freie Universität de Berlín.
Empezamos publicando una reflexión alrededor de la estampa o cuento de Azorín (José Martínez Ruíz) que lleva por título „Las nubes“, y que ustedes pueden leer cliqueando estas palabras.
Agradezco hoy a Björn Brinkmann que me haya permitido poner aquí sus reflexiones.
Comentario sobre la intertextualidad en „Las nubes“ de Azorín
Sin ninguna duda, Azorín en su texto “Las nubes” emplea una forma especial de intertextualidad que puede llegar a confundir al lector desprevenido.
Si se ha leído la obra de referencia – un hito en la Historia de la Literatura Española- es imposible no reconocer a Calixto y Melibea. Sin embargo, el narrador ya desde la primera frase se sale del marco de “La Celestina”, afirmando detalles sobre los personajes que contradicen la versión “original”.
En un sentido literario, el texto es deshonesto y casi juega con la confianza inicial del lector causándole un instante de sorpresa e incertidumbre.
Tras la lectura, y en el curso de una evaluación personal sobre el texto, el lector no puede ignorar la pregunta de por qué se aplica el método de la intertextualidad en un grado tan extremo como lo acaba de practicar Azorín.
El acto de cambiar de manera visible y obvia la obra de referencia, en este caso “La Celestina”, le resta la autoridad absoluta a su autor, muestra que las ideas, las acciones y los personajes de la obra previamente escrita no le pertenecen a la persona que los puso por escrito. De esta manera posibilita una forma nueva de contemplar los elementos de una obra artística, desprendiéndolos del contexto en el que aparecieron originalmente y explorando su desarrollo y su efecto bajo condiciones completamente alternativas.
Se alcanza un nuevo grado de flexibilidad que crea una oportunidad para criticar, contrastar o destacar directamente partes de obras aparentemente terminadas gracias a la transformación de la historia “verdadera” y luego señalando las diferencias o las características comunes que tengan las dos obras.
A fin de cuentas, mientras quede clara la referencia, cambiar hechos en el material original puede resultar una medida estilística bastante productiva, siempre y cuando el lector sea capaz de superar el obstáculo de la confusión inicial.
Björn Brinkmann
Estudiante de Filología Hispánica de la
Freie Universität Berlin
(Primer semestre)
Tags: CUENTOS, ENSEÑANZA REGLADA, INTERTEXTUALIDAD, MÁS QUE PALABRAS