Letras en danza

Lengua y Literatura en Español

El precio que hay que pagar

 I liv u to bits … jt´M …, tvmb, …, hdgdl …, tq 1webo

 Cada letra cuenta. Cada letra paga. Cada letra transmite parte del universo que crea la ficción. También los mensajes de texto cifrado han entrado ya a formar parte del texto literario, buena señal de que la literatura está directamente conectada con nuestra vida cotidiana, la refleja.

tq 1webo es el título de un microrrelato de la escritora Pilar Galán, publicado en el blog del profesor de literatura española contemporánea, Fernando Valls, “La nave de los locos” el viernes 30 de octubre de 2009 y que usted puede leer aquí.

El mensaje de la fórmula en el título es similar al que se representa dibujando el contorno de un corazón con las iniciales de dos nombres de pila y atravesado por una flecha.

Ahora bien, entre el iluminado mensaje cifrado y el dibujo grabado a punta de navaja en la corteza del tronco o en una piedra, hay mundos. La distancia entre ambos es la que se va descubriendo paso a paso en las 337 palabras que constituyen el brevísimo cuento de Pilar Galán, en el que se cuenta la historia de una mujer (“tía”) que decide cortar su relación sentimental al recibir una declaración de amor en medio de la noche, por teléfono móvil.

Este sería, resumidísimo, el argumento. Pero, ¿por qué decide cortar? ¿Quién es ella? ¿Cuál es su entorno vital? ¿Es que el mensaje llega en un momento en el que la relación se está tambaleando y por lo tanto necesita reforzarse con detalles y apelaciones? ¿Conoce usted los poemas de Antonio Machado “Campos de Castilla”?

(Esta semana saldrán textos en las secciones EXPLICAR, ANÁLISIS, EN OTRAS LENGUAS, etc. alrededor de este micro)

Stolpersteine: Adoquines para la memoria

Transcribo a continuación el texto escrito por Antje Gravenkamp, que ahora se prepara para ser profesora de lengua española en secundaria, en Alemania. El texto responde a unas normas dadas en mis clases: se trata de un ejercicio de redacción, que forma parte de un proyecto realizado a finales de 2012 con un grupo de estudiantes de Filología Española. En dicho proyecto recogíamos historias de lugares menos conocidos -por los turistas – en Berlín, que conservan una cierta cantidad y calidad de memoria.  Hoy pongo aquí el texto de Antje, que  me ha permitido publicarlo.  Gracias, Antje.

Stolpersteine

Adoquines para la memoria

El proyecto “Stolpersteine“ se inició en el año 1990, el año del quinguagésimo aniversario de la deportación de los Sinti y Roma de Colonia durante el Tercer Reich. El artista Gunter Denning decidió pintar una línea desde todas las casas de las víctimas hasta el lugar adonde fueron deportados. A lo largo del tiempo se extendió el proyecto que ahora incluye todos los distintos grupos de víctimas del régimen Nazi y existe en casi todas las ciudades alemanas e incluso en otros países europeos, por ejemplo en los Países Bajos, en Austria y en la República Checa. También cambió la forma de conmemorar estas personas. Ya no hay líneas por las ciudades sino que hay adoquines de latón delante de las casas en las que vivieron las víctimas antes de ser deportadas. Hay un adoquín para cada víctima. Así que delante de las casas en las que vivía una familia hay varias Stolpersteine. En las piedras se encuentran el nombre, la fecha de nacimiento, el año en el que la persona fue deportada y el lugar en el que murió. De ese modo el artista intenta restituirles el nombre a las víctimas quienes en los campos de concentración fueron reducidas a un número perdiendo su identidad. Incluso después de la segunda Guerra Mundial nadie se puso a pensar en quiénes fueron las personas quienes habían sido matadas. Solamente se trató de cifras enormes. Además quiere mostrarles a todas las personas que siguen postulando que no se habían dado cuenta de las crueldades cometidas en la época nazi simplemente mostrándoles que incluso en su vecindad había algunos casos, porque los había por todos lados.

Lo más interesante de ese memorial es el hecho que es decentral y por eso es tan enorme. En el año 2012 ya hay más de 35.000 adoquines en 750 ciudades europeas. Si uno se fija en los Stolpersteine las va a notar por todas partes.

Un traspié de la mente y del corazón

A pesar de todo esto, el tema de las Stolpersteine suscitó también reacciones negativas. La anterior presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemanía pensó por ejemplo que es insoportable que la gente ande encima de las placas conmemorativas de judíos muertos. La mayoría de las ciudades que no quiere tener Stolpersteine se remite a esa crítica como por ejemplo Múnich donde se han tenido que quitar las piedras que existían en terreno público. Demning no entiente esta crítica. Lo que le parece más importante es que al agacharse para leer el texto en la Stolperstein, la gente se inclina simbólicamente ante las víctimas.

Otro argumento en contra de los adoquines está directamente relacionado con el nombre “Stolpersteine” porque la palabra alemana stolpern significa dar un traspié. Por eso hay gente que teme que alguien se va a caer al andar encima de las piedras. La mejor respuesta a estos críticos la dio un estudiante del colegio. Dijo que no se va a caer nadie sino que sería más bien un traspié de la mente y del corazón. Además había un conflicto en Colonia donde en el año 2011 el Ministerio de Hacienda decidió que ya no se trataba de creación artística sino de producción en masa para la que hay que pagar una tasa de impuesto mucho más alta forzando al artista a pagar miles de euros. Después de muchas protestas se retiró la decisión.

A mí personalmente, este proyecto me gusta mucho porque es mucho más personal que los demás memoriales para las víctimas del Tercer Reich. No entiendo las críticas que hay porque ni es peligroso, ya que los adoquines están al ras del suelo, ni creo que el andar encima de las piedras muestre una falta de respeto. Creo que es importante mostrarnos a todos cuánta gente se vio afectada por esta dictadura tan cruel y que no estaba todo muy lejos sino que fueron los vecinos probablemente también amigos de nuestros antepasados. Además creo que es muy importante el devolverles la identidad a las víctimas porque esto significa también devolverles su dignidad que se les había quitado al deportarlos.

Autora del texto: Antje Gravenkamp

Estudiante del Master para Profesores de Lengua Española en Berlín (2012). Freie Universität

Huecos

Entendemos en español la palabra hueco, sustantivo masculino, como un espacio que se define por lo que no es, pero sobre todo, por lo que hay a su alrededor.

Esta palabra se utiliza tanto para nombrar lo que no se puede tocar (in-material, en el espacio): el hueco de un tronco, como para algo que se siente en el tiempo y viene a significar “intervalo”, por ejemplo en la frase: hacer un hueco en la agenda. En esta acepción, se supone que hay un antes y un después que „enmarcan“ el hueco en cuestión.

En geología, es palabra de uso cercano a grieta cuando se refiere a un espacio en el que había materia y ya no la hay, entonces sería sinónimo de cavidad.

En francés existe el sustantivo creux, aunque también se explica con “espacio vacío”.

En alemán, sin embargo, resulta sumamente interesante la cantidad de acepciones que nos ofrecen los diccionarios bilingües, entre otras: Lücke, Nische, Hohlraum, Kluft, Loch; y las palabras compuestas: Hohlraum, Treppenschacht. La mayoría de las traducciones que aparecen necesitan un contexto o al menos una explicación para poder usarlas de forma adecuada.

A mí me interesan, en relación con esta entrada de hoy, las palabras que se refieren al espacio urbano, pues son las que dan más información sobre cómo vivimos, qué hacemos (o deshacemos) y cómo nos movemos.

En la ciudad podemos encontrar huecos, cuando nos desplazamos en coche y estamos buscando un lugar para aparcarlo. Esos espacios a los que llamamos “huecos” existen porque antes hubo otro vehículo ocupándolo.

 También en la ciudad se construyen y se derriban casas o edificios. Cuando ocurre esto último queda una Baulücke, que es el solar predestinado para llevar a cabo una nueva construcción.

En Berlín, sin embargo, hay solares que se han mantenido vacíos, es decir, que no se ha construído un nuevo edificio en ese lugar. Son huecos de memoria: espacios ubicados entre dos edificios en los que se han instalado, la mejor de las veces, parques infantiles. Estos huecos, que en mi opinión ya no pueden ser denominados Baulücken, se definen en el (tras)fondo por la desaparición violenta del edificio venido abajo debido a los  bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.  Fíjense cuando paseen por la ciudad: en invierno, además, los numerosísimos árboles que existen en Berlín, permiten ver mejor el paisaje urbano.

 

Das Ukraine Mädchen

Este microrrelato está en español, y se puede leer en su lengua original cliqueando aquí.

Agradezco a Carmela Greciet, la autora, que nos haya permitido publicar su texto en alemán, y a la escritora alemana y traductora profesional, Heike Brandt, que lo haya traducido al alemán.

 

Das Ukraine Mädchen

Carmela Greciet

                                      Aus dem Spanischen von Heike Brandt (Juli 2013)

Meine Mutter klebte am Handy, als wir auf dem Weg hinunter zum Park in den Fahrstuhl einsteigen wollten. Sie blieb auf dem Treppenabsatz stehen, hinter mir schlossen sich die Fahrstuhltüren.

Ich landete ein paar Stockwerke höher, wo mich eine Frau erwartete, die ich nie im Leben gesehen hatte und die mich wütend auf – wie ich später erfuhr – Ukrainisch anschrie. Noch durcheinander von meiner ersten Fahrstuhlfahrt ganz alleine, hatte ich keine Kraft, mich zu widersetzen, und befolgte, was sie in der universalen Sprache aller Mütter mit einer Geste anordnete: „Rein mit dir.“

Anfangs dachte ich noch daran, mich die Treppe hinunter zu flüchten, aber als die Tage vergingen und sie nicht nach oben kam, um mich zu holen, siegte mein verletzter Stolz und ich sann auf Rache. Außerdem fand ich bald Gefallen an Bortscht, an Galuschki, an Salo, an Kulich und an der Süßspeise Zapekanka und daran, einen Bruder zu haben – ich hatte mir schon immer einen Bruder gewünscht –, und so beschloss ich zu bleiben.

Jetzt gehe ich auf eine öffentliche Schule, wo ich fünf Stunden in der Woche Spanisch-Unterricht bekomme. Da ich nicht spreche, sagt meine Betreuerin den Lehrern zur Beruhigung: „Im Moment befindet sie sich noch in der Phase des Schweigens, aber Sie werden sehen, die aus dem Osten sind ausgesprochen eifrig, sobald sie erst einmal aufgetaut sind …“ Alle glauben, dass ich sehr groß bin, aber das kommt nur, weil sie mich zwei Klassen tiefer eingeschult haben.

In der Pause grölen die aus meiner Klasse:

„Uu-U-kraine-Mädchen, Uu-U-kraine-Mädchen!“

Inzwischen sind ein paar Wochen vergangen und heute bin ich ihr zum ersten Mal wieder begegnet. Ich wollte mit meinem Bruder ins Haus gehen, da kam sie mir an der Hand eines neuen Liebhabers strahlend entgegen. Als sie mich sah, quiekte sie:

Oi, was für ein niedliches Mädchen! Und wie sie gewachsen ist …“

Und unter vorgehaltener Hand hat sie ihm dann erklärt:

Das sind die aus dem fünften Stock, die aus der Ukraine.“

Comentario del microrrelato Niña Ucrania

 

Si usted ha leído el microrrelato Niña Ucrania que se ha analizado en una entrada anterior, quizás le interese leer estas líneas.

La protagonista realiza un viaje simbólico en el ascensor, que hace de umbral, de entrada a otro mundo. Este desplazamiento realizado hacia arriba (recordemos que el elevador sube hasta el 5° piso) acarrea un cambio que en el contexto de este microrrelato se convierte en el eje de la narración.

Partiendo de la acción del cambio, permuta o mudanza,  se pueden considerar diversos mundos paralelos representados en este texto de ficción.

En el ámbito familiar hay dos madres con las que la narradora tiene experiencias familiares distintas. De la vida anterior al cambio solo se puede intuir algo por el desinterés de la ”primera madre”, que pierde a su hija en el ascensor, y por los comentarios finales. Gracias al cambio, se abren nuevas perspectivas y nuevos conocimientos: La “niña Ucrania”, en su nueva vida, alaba la comida ucraniana y  la existencia de un hermano –un deseo incumplido en su antigua experiencia con la primera madre-. La protagonista del relato parece ganar más que perder. La señora ucraniana acepta como hija a la niña con la misma naturalidad que su madre se deshace de ella. Esta parece cambiar a la hija por el nuevo novio.

El cambio en el ámbito escolar resulta drástico: se dice que “ahora estudio en una escuela pública”, lo que hace suponer una escuela privada anterior donde, como es sabido, no hay tantos alumnos procedentes de otros países.

El desplazamiento vital de la protagonista acarrea una visión diferente de las realidades circundantes. Para el lector, la novedad es la visión que se ofrece del nuevo entorno, percibiendo así cómo reaccionan las demás personas. Como la niña ucraniana no habla, deja un espacio en donde los demás se expresan: unos gritan, otros sentencian, otros cotillean, pero nadie parece conocer realmente el mundo de los niños que no hablan la lengua utilizada en la escuela. El silencio de la protagonista en la historia permite escuchar las palabras de los demás y abre un espacio de reflexión.

El centro del micro se sitúa en la conciencia de la chica que va presentando los hechos sin intervenir ni valorar: A partir de ese espacio el lector conoce una experiencia vivida sin que esta sea valorada o juzgada. La conciencia de la niña permanece estable y fiel a sí misma, sin prejuicios. Es a través de su declaración como el lector percibe lo que supone estar -encontrarse- en una sociedad siendo o viniendo de otro ámbito lingüístico y de otra cultura.

La imagen reproduce una pintura al óleo sin título (50×40 cm) del pintor franco-suizo Philippe Mahler.

Niña Ucrania: Análisis

Si usted ha leido  el microrrelato de Carmela Greciet Niña  Ucrania y el resumen del argumento, quizá le interese continuar la lectura con el análisis:

La historia está contada desde la perspectiva de la niña en primera persona. El texto aparece dividido en seis párrafos. En los dos últimos  se insertan frases en estilo directo que reproducen voces de otros niños de la escuela y de una maestra, así como al final la voz de la madre española.

El relato se abre con el posesivo “Mi” referido a la madre de la protagonista, lo cual crea desde el comienzo un vínculo entre la narradora y la persona de referencia en su mundo hasta entonces cotidiano.  De la madre se sabe, por un lado, que está ocupada con su móvil y desatiende a su hija; y por otro, que va con un nuevo novio cuando al final del relato se encuentra con la hija quien la describe como que va muy contenta (“radiante”) con su acompañante. Después del cambio de familia y desde la perspectiva de la nueva experiencia en un ámbito familiar ucraniano, la protagonista solo nombra a su madre con dos pronombres, que además aparecen escritos en letra cursiva “pasaban los días y ella no subía”, “me la he cruzado”. La relación de posesión que la niña vivía con su madre, se transforma en apelación distante.

A la otra persona que pasa a cumplir la función de madre se la nombra con la palabra  “señora” y solo aparece en el texto una única vez. El hermano tampoco lleva nombre y se alude a él dos veces: en primer lugar, en su función de hermano y como una razón de peso para quedarse en su nueva vida y en segundo lugar, de la mano de la protagonista cuando se encuentra a su antigua madre en el portal del edificio.

Los demás personajes pertenecen al ámbito escolar:la tutora de la niña ucraniana, que tranquiliza a los otros profesores asegurando que pronto hablará – como lo hacen todos los del Este  –, y los compañeros de clase que en el recreo le gritan el mote que da título al microrrelato.

En todo el texto hay ausencia de nombres propios. Las personas son nombradas en su función correspondiente al ámbito familiar (madre, hermano) o escolar (tutora, profesores, compañeros). Y hay un grupo de naciones recogidas en la palabra “Este”.

Escuela pública

Escuela pública

Los ámbitos espaciales y de comunicación son la casa y la escuela. Y también dos son los tiempos del relato: el pasado, con el que se abre la narración (“se entretuvo, aparecí, pensé …”); y el presente desde donde se cuenta la historia (“estudio, me dan clase, no hablo … ”). Hay una prolepsis o anticipación (“–luego lo supe –“) que avanza la información de una existencia posterior en lengua ucraniana. El tiempo verbal llamado pretérito perfecto vincula, al final del relato, el pasado con el presente en la frase: “Han pasado ya unas cuantas semanas y hoy por primera vez …”.  La historia termina con la transcripción de las palabras de la madre que sitúa definitivamente a su hija en el ámbito de los de Ucrania.

El  acontecimiento en este cuento es el cambio experimentado por una niña al pasar de vivir con una madre española a hacerlo con otra de Ucrania. Si bien el cambio resulta inverosímil desde una perspectiva racional-real, es un acontecimiento que en ficción se resuelve con naturalidad: La situación dramática inicial, cuando se cierra la puerta del ascensor sin que la madre española haya entrado en él,  se soluciona sin tensión ni dramatismo, y da paso a la configuración de una nueva realidad que se va presentando a través de elementos cotidianos: el gesto conocido de la madre (traducido en palabras de la niña con un coloquial “entra pa dentro”); el hecho de tener un hermano, o los nombres de las comidas ucranianas.

(Continuará con el potencial didáctico)

Niña Ucrania

Niña Ucrania es un microrrelato de 304 palabras, escrito por Carmela Greciet, en el que se cuenta el cambio experimentado por una niña: un día pasa de vivir con su madre española a hacerlo con una señora ucraniana.

El relato que nos ocupa en estas líneas fue publicado en el blog de Fernando Valls, y se puede leer aquí; hasta la fecha inédito en papel (Si usted desea leerlo en alemán, cliequee aquí). Carmela Greciet es profesora de Literatura Española y publicó ya una colección de relatos breves titulada DES-CUENTOS Y OTROS CUENTOS (Ed. Trabe, Oviedo, 1995).

Argumento del cuento Niña Ucrania:

Un día una niña entra en el ascensor de su edificio y la puerta se cierra sin que su madre haya entrado con ella. El ascensor sube y la niña aparece en el quinto piso donde una mujer la está esperando. Le habla en una lengua, que no entiende, haciéndole gestos para que entre en la casa. La niña, debido a la emoción  producida por el cambio súbito, no muestra resistencia y cumple las órdenes de esta nueva madre. La anterior no sube a buscarla, entonces la niña decide quedarse, sobre todo porque le gusta la comida ucraniana y tener un hermano. Este cambio de vida acarrea consecuencias: asiste a una escuela pública y cumple con el programa de integración de lengua para niños extranjeros que no hablan español. En la escuela no se comunica con nadie. La ponen dos clases por debajo del nivel que le correspondería por su edad. Otros niños y maestros se burlan o expresan su opinión encasillándola en el grupo de niños procedentes del Este, de los que dicen que son muy disciplinados. Por fin, unas semanas después del cambio, se encuentra con su antigua madre. Esta va con un nuevo novio y cuando ve a la niña parece no reconocerla como hija propia, sino como hija de los del 5°, los de Ucrania.

(Continuará: análisis, comentario, potencial didáctico)

Las letras en danza en La agonía de las flores

Si usted ha leído el microrrelato La agonía de las flores quizá le interese también leer estos apuntes:

El segundo y tercer párrafo del microrrelato son interesantes desde el punto de vista de la elección de ciertas palabras. No solo el significado del adverbio antaño, y el demostrativo aquella (en aquella costumbre) nos remiten al pasado. También la palabra resma, palabra de origen árabe  adquiere un doble valor en este contexto. Por un lado su significado, conjunto de 20 manos de papel, tradicional unidad de medida para contar hojas de papel. Por otro lado, entendido en sentido figurado se referiría al objeto restante, es decir, del que queda ya poco o muy poco: los restos de papel.

 Las referencias del tercer párrafo, en las que se describe el último estadio de utilidad de las flores, están conectadas a costumbres del hermano, del que sabemos que leía a Miguel Torga (Adolfo Correia da Rocha, novelista y poeta portugués) y a Miguel Hernández (poeta español). Ambos procedían de familias pobres campesinas y llegaron a ser escritores. También se nombra aquí un libro cuyo título “La revolución de los claveles” contiene el nombre de una flor y nos remite de nuevo a Portugal. Del libro sobre la vida de Buenaventura Durruti (anarquista español) no se da el título, pero este  se asocia con el olivo.  Seguimos, pues, en el mundo de P1010051las plantas. 

 

 

 

La agonía de las flores

Si las flores, los troncos de los árboles y sus hojas emitieran algún tipo de sonido, oiríamos su estertor, esa respiración entrecortada que anuncia su muerte. ¿Por qué? Pues porque la utilidad de las flores está muriendo. Esta es la declaración que se hace en el microrrelato titulado La agonía de las flores de Fernando Clemot, que se puede leer aquí.

Comunicar sentimientos -alegría, pasión, nostalgia…- a través de las flores, las hojas, es una costumbre que ya se ha extinguido en nuestros tiempos pragmáticos, ahora lo que cuenta es el valor de las palabras en el teléfono móvil.

 En la coreografía que conforman estas letras realizamos dos viajes: uno por el espacio y el otro por el tiempo, para aterrizar al final en el presente desde el que se proyecta el futuro.

Hojas y libros de hojas

Hojas y libros de hojas

      Una lectura atenta del primer párrafo nos hace pensar que la persona que está narrando lo hace a partir del encuentro fortuito de dos hojas de árbol, aplastadas entre las páginas de un gran atlas. Las hojas minuciosamente descritas, una palmeada y la segunda reniforme , se ubican sobre el territorio de Angola, en especial sobre dos de sus parques nacionales (esta segunda hoja está centrada sobre…). En este primer párrafo realizamos un viaje por el espacio, un viaje imaginario al cono sur africano, pero desde Europa, punto de referencia -territorio conocido- que se utiliza para comparar las dimensiones de las hojas.

     El descubrimiento de estas dos hojas aplastadas en el atlas es el trampolín que nos lanza al pasado: otro viaje, esta vez en retrospectiva, que realizamoos guiados por el recuerdo (recuerdo … recuerdo …) de la voz narrativa. Primero nos habla del padre y en el tercer párrafo, más sustancioso por las numerosas referencias extratextuales, del hemano. A estas alturas del microrrelato y después de haber recorrido miles de kilómetros seguimos sin saber si quien nos lleva de la mano por estas líneas es una voz de hombre o de mujer. Lo sabremos en el tiempo presente, que es el del cuarto párrafo donde se dice que se prefiere escribir a la amada utilizando el teléfono móvil, de madrugada.

Foto MJ Beltrán, 2011

Campanillas azules- Foto MJ Beltrán, 2011

 

 

 El centro de atención son las flores como medio para exteriorizar sentimientos y la constatación de que su función se está extinguiendo, o la corteza de los árboles para grabar las iniciales de la amada. A cambio, disponemos del teléfono móvil para expresar los sentimientos de madrugada, que parece ser el momento adecuado, preferido, acostumbrado.

 Desde mi punto de vista la única narración que existe en esta danza está en el título formado con dos sustantivos y viene a expresar que “Las flores se están muriendo”, pues el sustantivo “agonía” implica un proceso temporal y anuncia una transformación.

 Ahora bien, en el último párrafo aparece una declaración personal inquietante: todo el mundo podrá leer tu nombre, mi amor, y lo mucho que te quiero. ¿Por qué todo el mundo? Estamos ya de lleno en El mundo transparente que ya anunció Francisco García Pavón en 1967, en su cuento recogido en la colección La guerra de los dos mil años?

Por qué „Vivir en tiempos difíciles“

Vivir en tiempos dificíles es el título que aparece como tema principal en la colección de lecturas obligatorias del Land Baden Württemberg para el examen Abitur de 2014 y 2015.

Ver más información en este enlace (Schwerpunktthemenerlass für die Abiturprüfung):

https://www.kultusportal-bw.de/site/pbs-bw/get/documents/KULTUS.Dachmandant/KULTUS/kultusportal-bw/pdf/Schwerpunktthemen%202014.pdf

en especial las páginas 15 y 16.  Los autores y títulos de los cuentos son los siguientes:

  • Rivas Manuel La lengua de las mariposas
  • Zúñiga Juan Eduardo Un ruido extraño
  • Pinilla Ramiro Coro
  • Cibreiro Pilar Santalla el escapado
  • Matute Ana María El hermoso amanecer
  • Merino José María El desertor
  • Jiménez Lozano José La purificación
  • García Pavón, Francisco El mundo transparente
  • Pita Elena Terciopelo robado

 

Todos estos cuentos están escritos por autores españoles y fueron publicados en sus primeras ediciones entre 1967 y 2005. Los hechos narrados están vinculados a acontecimientos ocurridos en el territorio español de la Península Ibérica en el siglo XX en un espacio y un tiempo relacionados con la II República, la Guerra Civil y la Dictadura franquista, por lo tanto ofrecen la posibilidad de realizar una lectura social, política e histórica que los engloba y define en su conjunto. Los nueve cuentos tienen una unidad de sentido en cuanto reflejan vivencias desgarradoras y enajenantes para los personajes que los protagonizan.

El acontecimiento de partida es la rebelión militar de julio de 1936 reflejada en el final de La lengua de las mariposas, donde la vigencia de las enseñanzas que definían unos ideales de la II República (1931-1936/39) se hacen patentes a través del maestro Don Gregorio y del padre del protagonista. La sublevación de julio del 36, que desató una violencia exacerbada, no triunfó pero desencadenó una contienda convertida en guerra civil que duró casi tres años.

Esta guerra está indirectamente presente en Un ruido extraño, El desertor y Coro. Y su presencia directa en forma de batalla final se aprecia en El hermoso amanecer. De dicha guerra surgió el régimen liderado por Francisco Franco, -uno de los generales sublevados contra la República-, que se extendió en el tiempo hasta más allá de su muerte.

Durante la guerra y en la inmediata posguerra, se llevaron a cabo purgas, fusilamientos, ejecuciones, persecuciones y asesinatos. Un ejemplo de violencia y tortura aparece en Santalla el escapado. Otro tipo de represión y castigo, no sangriento pero cruel y despiadado, es la depuración, ejercida a nivel nacional con todos los funcionarios, que en esta colección de cuentos aparece en La purificación. Por fin, dos relatos se ubican cronológicamente en el periodo que abarca los años 50-60: en Terciopelo robado se vive la pobreza y la necesidad de emigrar para subsistir, mientras que El mundo transparente presenta una sociedad aburrida y vacía de contenidos, sometida al rígido control y dominio característicos de una tiranía.

Los tonos y estilos de los cuentos son variados: dos de ellos – El hermoso amanecer y El mundo transparente – se mueven en el mundo de lo simbólico; otros dos – Coro y El desertor -se acercan al relato mítico. La longitud de los cuentos varía entre las 3.700 palabras de La lengua de las mariposas y las 1.234 de El hermoso amanecer.

(Continúa aquí)