Letras en danza

Lengua y Literatura en Español

Afrocuba: POESÍA Y MÚSICA

A principios de este año presentamos en estas LETRAS EN DANZA un resumen de la lectura pública con acompañamiento visual que tuvo lugar en La Rayuela. El “Himno entre Ruinas” fue elegido como poema para celebrar el centenario del nacimiento de Octavio Paz.

Cuatro estudiantes del Institut für Romanische Philologie de la Freie Universität Berlin

Sara de Castro Pellicer,

                             Estefanía Jaramillo Cuero,

                                                                Johanna Márquez López y

Valentina Querin

junto con la profesora Catarina von Wedemeyer prepararon y llevaron a cabo la presentación del poema Himno entre Ruinas, reflexiones, posibles interpretaciones y la tradución que ellas mismas habían elaborado.

El primero de noviembre de 2014 la estudiante Estefanía Jaramillo Cuero volvió a la escena poética después de haber sido inspirada por el curso ‘Poesía negra’ Theorie und Praxis der (afrokubanischen)  Lyrik, dictado por la profesora Dr. Stephanie Bung.

En esta ocasión, Estefanía preparó la velada con su compañera del programa ERASMUS Olivia Hernández Montoya de la Universidad de La Laguna y los músicos Amitai Ladin (contrabajo), Enrico Pérez (percusión) y Lorenzo Colocci (flauta) en La Galatea. A continuación les presentamos un resumen de lo que ocurrió aquella “noche mágica”, tal y como la describieron algunos de los asistentes.

 

Las narradoras y protagonistas son Estefanía y Olivia

                                 Las narradoras y protagonistas fueron Estefanía y Olivia.

 

Las luces tenues, “el olor a caña de azúcar”, los asistentes sentados cerca del espacio escénico ayudaron a crear un ambiente íntimo que junto a un sonido envolvente y una puesta en escena sencilla pero directa, propició que todos los allí presentes dejaran volar la imaginación, meciendo las almas y emocionándose con unas letras dulces y certeras. Cuando el evento terminó dio comienzo un pequeño coloquio sobre la poesía afrocubana y todo lo que ello conlleva.

El hecho de que cada uno de los miembros de este grupo tenga relación directa con las raíces afrocubanas, ya sea a través de lazos étnicos, musicales o incluso ambos, contribuyó a que el proceso de preparación de la lectura con acompañamiento musical fuera muy intensa  a la par que enriquecedora.

 

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La inclusión de la música formó parte del intento de corresponder a la diversidad de niveles expresivos que posee este arte. Los autores de la poesía afrocubana Nicolás Guillén, Emilio Ballagas y Nancy Morejón fueron introducidos con cuestiones que ayudaron a ilustrar al público y a situar el universo poético-musical de cada escritor, guiando de este modo la lectura y facilitando la interpretación de los textos. La representación del negro, la voz de una mujer negra en la contemporaneidad o la perspectiva de un autor blanco de poesía negra son los ejemplos más destacables.

El espíritu rítmico y musical de la poesía afrocubana no solo invitó a una lectura que estimula más de un sentido sino que también invitó al público a bailar apenas el recital hubo terminado.

¡LETRAS EN DANZA!

Con este mensaje y nuestras grabaciones quisiéramos animar a todas/os interesados/as a crear o contribuir a espacios culturales en los que compartamos los contenidos del estudio de la literatura con un toque personal y excepcional.

 

La Claridad (Nancy Morejón, Octubre imprescindible, 1982)

 

Cuba, Poesía (Emilio Ballagas, Cuaderno de Poesía Negra, 1934)

 

Para dormir a un negrito (Emilio Ballagas, Cuaderno de Poesía Negra, 1934)

 

Piano (Emilio Ballagas, Cuaderno de Poesía Negra, 1934)

ELOGIOS Y CELEBRACIONES

Celebramos hoy el primer aniversario de estas LETRAS EN DANZA con un poema de José Jiménez Lozano.

 

ESTANCIA

CUANDO veas a alguien con un cántaro

síguele y pregunta

si en la casa que entra no habrá acaso

un cuarto con las ventanas entornadas,

un pañizuelo blanco, un espartillo

para la vasija, y luego una candela,

un libro, algún rescoldo. Díle

que buscas una estancia así

para tu ánima.

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Elogios y celebraciones, p. 140 (Editorial Pre-Textos, Madrid, 2005)

El desertor de José María Merino y Coro de Ramiro Pinilla

Hoy empezamos con la publicación del análisis y comentarios de dos cuentos que pertenecen a la colección VIVIR EN TIEMPOS DIFÍCILES: El desertor, de José María Merino y Coro, del recientemente fallecido Ramiro Pinilla.

Para leer comentarios de otros de los cuentos cliqueen en la categoría de este blog que lleva el mismo epígrafe: VIVIR EN TIEMPOS DIFÍCILES.

Demonios y ángeles caídos

 La guerra queda lejos de los universos de ficción creados en los cuentos El desertor de José María Merino y Coro de Ramiro Pinilla. El fragor de las batallas, la sangre, la violencia están ausentes. Los hechos relatados en ambos textos de ficción pueden ubicarse en un contexto histórico relativamente cercano: en 1938, en la mitad norte peninsular, con el frente de guerra lejos de los pueblos donde transcurren los hechos narrados. La mayoría de los hombres están lejos – en el frente o han fallecido- y entre quienes viven en el pueblo se experimenta un temor generalizado. Los motivos de la guerra se desconocen y las noticias llegan mediatizadas por las informaciones que transmiten las autoridades civiles y eclesiásticas. En este contexto, el papel de los sacerdotes de la Iglesia católica resulta fundamental por su influencia en la población. Desde el púlpito de las iglesias, los curas demonizan al enemigo y difunden una imagen tan deformada de ellos que los habitantes de los pueblos creen a pies juntillas que son seres diabólicos con rabo y que son peligrosos como la peste.

En ambos cuentos tiene lugar una transformación vivida por personajes anónimos cuyo origen está en la fuerza del amor, en el primer relato, y en la fe compartida, en el segundo. El pueblo, protagonista anónimo en ambos cuentos, sufre y calla, pero actúa por su propia voluntad: En El desertor recuperan la celebración de la festividad de San Juan, el 24 de junio de 1938, lo que provoca gracias a la fuerza del amor, una re-visión de la vida conyugal para la protagonista; en Coro los vecinos del pueblo se reúnen espiritualmente con los presos estigmatizados por el cura desde el púlpito, repartiéndoles comida y escapularios. El universo narrativo de estas dos historias muestra la parte de atrás del tapiz de la Historia, el trastorno que produce la guerra en los pueblos que no la experimentan directamente, el sentimiento de abandono, desvalimiento y soledad de los personajes anónimos en los universos de ficción de los dos relatos estudiados.

Recordemos el argumento:

El desertor: Una mujer que vive sola en el campo porque su marido está en el frente de guerra y su suegra ha fallecido, vive dos meses creyendo que convive con su marido, que ha desertado y ha regresado a casa la noche de San Juan. Pasa el verano escondido pero conviviendo con ella. El 1° de septiembre, la Guardia Civil le anuncia que han encontrado el cadáver de su marido y que seguramente lleva muerto desde San Juan.

 El desarrollo cronológico en el cuento se puede rastrear con facilidad: la pareja se casa en febrero de 1936; en julio estalla la guerra y él tiene que ir al frente desde donde le escribe cartas a su mujer que vive el primer año de soledad con su suegra. Esta muere con un racimo de uvas en la mano un año después, es decir, a finales del verano u otoño de 1937. Pasó el tiempo. Otro año. El pueblo siguió perdiendo gente, son referencias al año 1938 y el 24 de junio, la fiesta de San Juan, se vuelve a celebrar, aunque como no hay mozos en el pueblo, son los niños quienes la recuperan. San Juan representa la noche simbólica del amor entre los jóvenes. Esa noche, al regresar a casa, ella lo ve junto a la puerta en forma de sombra: gracias a la fuerza del amor, la noche de San Juan, ella recupera lo que había perdido.

 (continuará)

Violencia desatada (final): Un ruido extraño

Continuamos y completamos hoy el comentario del cuento  Un ruido extraño de Juan Eduardo Zúñiga. Las entradas anteriores sobre este y otros cuentos de la colección VIVIR EN TIEMPOS DIFÍCILES se encuentran cliqueando aquí.

Madrid -Argüelles- en los cuentos de Zúñiga

              En los cuentos de Zúñiga de las colecciones Largo noviembre de Madrid, La tierra será un paraíso y Capital de la gloria, muchos personajes viven o pasan por el barrio Argüelles –como es el caso en este cuento-. Fue un barrio bombardeado sistemáticamente durante el cerco de Madrid y cuya población fue evacuada.

           Desde el principio del cuento de Juan Eduardo Zúñiga Un ruido extraño, el escenario resulta fantasmagórico: A través del recorrido que el protagonista realiza y su narración en primera persona, se ve una ciudad semidestruida por las bombas (adoquines sueltos, fachadas destrozadas, montones de tierra, balcones desprendidos) y abandonada.

       En su paso por las calles el protagonista sin nombre, no solo ve lo que le rodea, sino que escucha. La realidad del universo de ficción representado en este cuento también se transmite por el sentido del oído: Abunda todo tipo de verbos y sustantivos relacionados con la acústica (oír, escuchar, ruido, grito, silencio, roce rímico, compás, etc.).

             El espacio oscuro y laberíntico, y la gran presencia de sonidos contribuyen a crear una atmósfera opresiva, que se hace asfixiante cuando da comienzo el intenso olor que sube del sótano. Este espacio inmundo está habitado e invadido por ratas y gatos.

        El encuentro es inusual, primero por el espacio donde tiene lugar, segundo porque la persona perseguida aparece como mujer-viejo-joven y no se sabrá nunca quién es, de hecho se dice de ella que parece un fantasma o un muerto (p. 58, l.9-10) sacado de la tumba. Finalmente, si el oficial es quien debería imponerse y dar órdenes, aquí se iguala al perseguidor en su función de víctima del ataque de los animales. Son las ratas las que gobiernan en la casa.

ELEMENTOS VISUALES

            Al ir leyendo esta historia da la impresión que el narrador va con una cámara. Imaginémonos que este cuento se lleva al cine, pues bien, en el rodaje de la película o cortometraje se enfocaría estos elementos de forma consecutiva.

1.- En la calle: Hay elementos que indican destrucción cuando dice que lleva cuidado de no tropezar en los adoquines sueltos; ve las fachadas destrozadas de los edificios; los balcones abiertos y las persianas rotas; una esquina del tejado hundido, en la fachada faltaban trozos de cornisa, montones de tierra, balcones desprendidos, marcos de ventana, crujientes cristales rotos, ladrillos, tejas y en el absoluto silencio del barrio, … casas desiertas.

2.- El jardín donde entra el narrador-protagonista está cubierto de hierbas, con dos árboles caídos, uno de ellos apoyado sobre la escalinata de piedra blanca que subía hasta una gran puerta, abierta y oscura.

Obsérvense (1.-) las parejas de sustantivos/adjetivos, procedentes estos últimos de participios verbales, hecho que remite a una acción: soltar, destrozar, abrir, romper, hundir, desprender. El único adjetivo calificativo en la enumeración subrayada es „desiertas“, conclusión de todas las acciones pasadas que expresaban movimientos violentos.

ELEMENTOS ACÚSTICOS

Música, sonidos, silencio

            Siguiendo con la propuesta de imaginar el rodaje de una película o cortometraje basado en este relato, habría que tener en cuenta los elementos sonoros que se destacan en el texto. Aparecen palabras y expresiones que aluden a percepciones auditivas: „barrio en silencio„. El narrador percibe un ruido que sale de un palacete; las botas producen un roce rítmico; ritmo de los pasos, el compás. Música de tambor, rumor imperceptible; el eco. Del jardín sale un ruido chirriante y acompasado, un ruido metálico como el de las veletas cuando las hace girar el viento. Sin hacer ruido,  el narrador se acerca; hace ruido con las „malditas botas“; oye cómo choca un cacharro de metal en el pozo; oye un golpe, como de dos maderas que chocan; grita; un grito destemplado que le retumba dentro de la cabeza y le hace daño en los oídos; oye de nuevo un ruido: esta vez más intenso, más continuado. Da patadas para hacer ruido y estrépito; los gatos cruzan silenciosos. Blasfema, da gritos, vocifera. Oye su respiración anhelante; la detonación. Oye en la puerta un roce. En el silencio percibe detrás de la puerta unos ruidos incomprensibles; durante varios minutos los escucha atentamente; grita.

 EL OLOR

         Por último, otro sentido que despierta la atención es el del olfato. Del pozo sombrío le llega un olor extraño; el suelo parecía estar levantado y lleno de inmundicia. Se trata de un olor repulsivo que le entra por la boca y la nariz, un olor inexplicable. Un hedor nauseabundo que llega del subterráneo. Este desagradable olor delata la presencia de las ratas que inundan y controlan el interiod del caserón abandonado.

Dimensión simbólica

            A lo largo del cuento el narrador realiza dos reflexiones que confieren al texto de ficción una dimensión alegórica.

Entré en una pieza amplia, iluminada por dos balcones que dejaban entrar la luz del atardecer. Allí no había nadie; solamente muebles grandes y antiguos, algunas butacas caídas por el suelo que, como la calle, como todo el barrio, como todo el país, estaba cubierto de basuras y escombros. (p. 50 l. 9-10).

            Esta cita hace alusión a los objetos: como la calle, como todo el barrio, como todo el país, estaba cubierto de basuras y escombros: el espacio que el protagonista recorre –la calle- representa el conjunto del territorio en guerra, es decir, de lo particular pasa a lo general realizando una amplificación.

 y por último, al final del cuento aparece esta reflexión:

                          Nos mirábamos las manos, pero mi pensamiento fue muy lejos, corrió por todo el país, que       goteaba sangre, pasó por campos y caminos, por huertas, olivares y secanos y me pareció que en todos sitios encontraba manos iguales a aquéllas, desgarradas y sangrientas en el atardecer de la guerra.

(p. 59, l. 7-12)

      Esta segunda cita se refiere a los seres humanos. El narrador, al observar la sangre que les corre por las manos, fruto del ataque de las ratas, evoca la situación sangrienta en la que vive el país, la larga guerra y la sangre vertida en toda España.

       El acontecimiento central del relato es, por lo tanto, la toma de conciencia de la magnitud de la contienda que se vive en todo el país: toda España está ensangrentada por la violencia desatada en la Guerra Civil. Los hechos narrados en este relato representan en pequeño y de forma simbólica el espacio trágico que se vive en todo el país.

(Los siguientes cuentos que se comentarán en estas páginas serán: el de José María Merino El desertor  y Coro del recientemente fallecido Ramiro Pinilla)

Partes de un libro: una presentación. Escrito por Luis Aarón González Hernández

En estas Letras en Danza conocemos ya a Luis Aarón González Hernández, profesor, filósofo y antiguo estudiante de uno de mis cursos. Su primera colaboración en esta bitácora  se puede leer cliqueando aquí. Hoy sigue hablándonos de libros, desde su materialidad. He aquí el texto escrito por él:

En el curso “La España de Cervantes. Viaje a la España del Siglo de Oro”, en el que participé en el semestre de invierno de 2013 en la Universidad Libre de Berlín, nos acercamos a algunas costumbres y usos de la época a través de algunos de sus legados artísticos más representativos como la obra de Velázquez “las Meninas”, la música barroca española y la famosa obra de Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha.

A raíz de la escena en que don Quijote visita una imprenta (segunda parte, capítulo 62), planteó la profesora del curso, María Jesús Beltrán Brotons, la tarea de presentar en clase las partes de las que se compone un libro. Para ello debíamos utilizar alguna de las ediciones del Quijote disponibles en la biblioteca o que estuvieran a nuestro alcance.

Como yo en aquellos momentos me hallaba leyendo la novela titulada El anarquista que se llamaba como yo de Pablo Martín Sánchez se me ocurrió la idea de tomarla como modelo para la tarea asignada, ya que se trata de un libro editado con sumo esmero, algo que viene siendo habitual en todos los títulos publicados por su sello editorial: Acantilado, desde su fundación en 1999 por el editor catalán Jaume Vallcorba, recientemente fallecido, hasta hoy.

© Editorial Acantilado

© Editorial Acantilado

 La gran labor de dicha editorial, que también destaca por el elenco de autores con el que cuenta entre sus publicaciones  y por haber sido lanzadera de muchos autores jóvenes de talento, fue objeto de reconocimiento público cuando le fue concedido el premio Nacional del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en 2012 por su desempeño editorial.

El texto que sigue a continuación es la transcripción aproximada de la presentación oral que hice en clase con ayuda del material del curso que María Jesús puso a nuestra disposición. Agradezco a Margarita Ruby de la librería la Rayuela de Berlín su cortesía, que se ofreció a prestarme el libro de Pablo y por lo que pude contar con su presencia física durante mi presentación, y la atención prodigada por el propio Pablo, que revisó este texto y me sugirió algunas precisiones. Aprovecho también para recomendar su libro. Quien no se haya asomado aún a sus páginas, creo que descubrirá en estas una historia fascinante, la de su homónimo anarquista, contada de una forma brillante y que no dejará indiferente a nadie.

Veamos ahora las partes de un libro

  1. Cubiertas: Son las tapas del libro. En la cubierta anterior, también llamada portada exterior, figuran el título del libro y el nombre de la editorial. La portada está ilustrada con una imagen a partir de una postal de Vera de Bidasoa. En la cubierta posterior figura el nombre de la serie: “Narrativa”, el número de la misma: 221, una sinopsis del libro: “En 1924, era condenado a garrote vil el anarquista Pablo Martín Sánchez…”, el ISBN: 978-84-15689-18-8 y el código de barras del libro, así como el logo de la editorial: una silueta humana haciendo un picado mortal.

    © Editorial Acantilado

    © Editorial Acantilado

  2. Solapas: Son las prolongaciones laterales de las cubiertas que se doblan hacia dentro. En una de ellas, la de la cubierta anterior, hay una reseña biográfica del autor; y en la otra se destacan los últimos títulos publicados en la colección.

  3. Lomo: En este lugar se imprime normalmente el título de la obra y el nombre del autor. Es la parte opuesta al corte de las hojas.

  4. Guardas: Son las hojas de papel que unen el libro y las tapas o cubiertas. En este caso la tapa del libro es blanda, y las guardas son negras en la línea estética de la edición en la que predomina este color.

  5. Anteportada: Es la página anterior a la portada interior, en la cual solo está anotado el título, el nombre de la colección y número de la serie.

     

     

    © Editorial Acantilado

    © Editorial Acantilado

  6. Portada interior: Aquí figuran el nombre del autor, el título, el nombre de la editorial, el lugar y el año de edición.

  7. Página legal o de derechos: Es la página que está en la cara posterior de la portada interior, donde se anotan los derechos de la obra: la casa editorial, el lugar de impresión, el número de la edición y el año, el número de reimpresión el año en que se reservaron los derechos: 2012, representados por el signo copyright, el ISBN (International Standard Book Number) y el depósito legal.

  8. Dedicatoria: Este texto suele figurar en el anverso de la hoja que sigue a la portada, en el cual autor dedica la obra a alguien en especial: en este caso a dos personas.

     

     

     

  9. Epígrafe: Es la página reservada para la expresión, frase, sentencia o cita que nos sugiere algo del contenido del libro. En este caso hay dos citas: una del filósofo berlinés Walter Benjamin, y la otra de Miguel de Unamuno.

    © Editorial Acantilado

    © Editorial Acantilado

  10. Contenido: Es la página que sigue al epígrafe y es una relación organizada del contenido del libro y su paginación. Si se pone al principio se llama “contenido” –generalmente en las obras científicas- y si va al final se llama “índice” –generalmente en las obras literarias-.

  11. Prólogo: El prólogo puede también ser llamado prefacio o introducción, y se le llama así porque es el texto previo al cuerpo de la obra. Puede estar escrito por alguien que conozca muy bien el tema que ocupa a la obra o por su propio autor, como es el caso del prólogo de este libro.

    © Editorial Acantilado

    © Editorial Acantilado

  12. Cuerpo de la obra: Es la parte medular del libro y está dividido en 3 partes.

  13. Epílogo: Es la parte añadida al final de la obra donde se hace un balance general de la misma, se sacan algunas conclusiones y se aprovecha para cerrar las acciones que no habían quedado terminadas.

  14. Adenda: Esta página es un apéndice en el que se añaden nuevos datos a la trama y que en el caso de esta novela juega un papel importante para el desenlace de la misma.

  15. Colofón: El colofón va generalmente en la última página impar. Aquí figuran el número de la reimpresión y el lugar y la fecha de impresión.

     

    16. Últimos títulos publicados: La edición incluye al final del libro unas páginas con un listado de los últimos títulos publicados en la Colección Acantilado. El libro de Pablo aparece en el listado con el número 221 y su libro va ya por la 3ª edición.

    LUIS AARÓN GONZÁLEZ HERNÁNDEZ

Violencia desatada (II): Un ruido extraño de Juan Eduardo Zúñiga

La violencia de la que hablábamos el 26 del mes pasado en estas Letras en Danza, aparece también en el cuento de Juan Eduardo Zúñiga titulado Un ruido extraño. El argumento puede leerse aquí: Resumen del cuento .

El laberinto de la violencia

En este relato casi fantasmagórico de gran dramatismo, se plasma el encuentro  entre un oficial de Brigada y un emboscao en una casa controlada por enormes ratas. La narración, que transcurre en una ciudad martirizada por un largo asedio (noviembre 1936 – marzo 1939) es una alegoría de la situación de guerra, en la que tanto el perseguidor como el perseguido son víctimas que pagan con su sangre.

En el cuento, se presenta un encuentro insólito entre un oficial de una Brigada, que defiende Madrid de los ataques de las fuerzas sublevadas, y un emboscao, es decir, una persona que se esconde para no ir a la guerra.

El oficial va caminando por una calle en el Madrid sitiado del final de la guerra (1936-1939) y alertado por un extraño ruido procedente del jardín de un palacete, entra en él y vislumbra en la semioscuridad a una persona que al verse observada sale huyendo y desaparece en el interior de la casa.

Empieza entonces una larga persecución por el interior de la casa abandonada. Después de subir y bajar por diversas escaleras, atravesar salones y estancias en penumbra, el perseguidor percibe un extraño olor.

Ve salir unos gatos enormes, y por fin, en el sótano, que está lleno de inmundicia, descubre cientos de ratas que salen en estampida. Entonces aparece la persona que iba buscando: está luchando por deshacerse de las numerosas ratas que le suben por el cuerpo y le están atacando.

Al perseguidor también empiezan a subirle por las piernas. Al darse cuenta de la situación, le grita que salga corriendo y una vez fuera, el oficial ve que la persona a quien perseguía es un joven totalmente atemorizado y en muy mal estado, que va vestido con un abrigo de mujer. Ambos llevan las manos ensangrentadas.

(Continuará el comentario en estas mismas Letras en Danza de la Freie Universität Berlin)


Santalla el escapado, de Pilar Cibreiro (Continuación)

La voz que saca a las mujeres del silencio

Uno de los aspectos más significativos del cuento Santalla el escapado  -el resumen del argumento se encuentra cliqueando aquí -gira en torno a las voces narrativas: la del narrador onmisciente en la primera parte y la aparición de una voz narrativa de mujer que confiesa conocer la historia por el relato de su abuelo, que evidentemente ella recrea. Es el papel de la narración como recuerdo de unos hechos y representación de unas vidas silenciosas y abnegadas, las de las mujeres, a las que de alguna forma saca del silencio y del olvido. Veámoslo en detalle.

El abuelo de la narradora fue uno de los mozos del pueblo que fue a buscar a Santalla y él le contó lo ocurrido (Mi abuelo fue uno de los llamados. El me contó cómo durante días … Me dijo también...). Y la misma narradora recuerda haber visto a Santalla hablando con su padre (Yo aún recuerdo cuando de niña … mientras conversaba con mi padre. ). Entonces ella combina la narración de su abuelo con sus propios recuerdos y recupera la memoria de las mujeres que no conoció pero que según ella son las protagonistas de rostro desconocido (…imaginarme a las dos mujeres que no conocí, artífices de la vida y la libertad de aquel hombre …).

A través de la segunda voz narrativa, la de una mujer, se rinde homenaje a la madre y hermana del protagonista, fallecidas a consecuencia de las torturas sufridas por no haber querido revelar el paradero del  único hombre de la familia.

Más allá del texto: Una biografía real

La actitud servil, sumisa y callada de las mujeres en este cuento, contrasta con el perfil que leemos en el ensayo de Julián Casanova, La Iglesia de Franco (Ed. Crítica, Barcelona, 2005 pp.109-110). Se trata de la breve biografía de la primera mujer alcalde del país, que fue “paseada”, es decir, fusilada en los primeros meses de la guerra. Gracias a este documento, se ilustra la existencia de personas –una mujer en este caso- que opusieron resistencia activa y pagaron también con su vida. El perfil biográfico de una mujer tan emprendedora y luchadora como María Domínguez contrasta con el abúlico Santalla, que se deja hacer y se muestra indiferente a lo que ocurre a su alrededor. Veamos algunos datos de esta mujer:

María Domínguez, nacida en 1882 en un pueblo de la provincia de Zaragoza. De familia pobre y sin estudios. María tiene que dejar de asistir a la escuela para ayudar en casa. Sus padres la obligan a casarse con alguien que ellos eligen. Sufre malos tratos por parte de su marido. Antes de cumplir 8 años de matrimonio huye a Barcelona en 1907. Trabaja duro y ahorra dinero. Lee mucho y escribe. Colabora en un semanario de Aragón entre 1914 y 1920. En 1918 empieza a trabajar como maestra en Navarra. Después vive en Zaragoza y se casa con Arturo Romanos, un militante socialista. Sigue escribiendo. Colabora con su esposo en tareas de corte político. En 1932 asume un cargo político. En 1936 fue asesinada en circunstancias no claras, poco después de que su marido también fuera asesinado en un pueblo cercano. En el registro consta que ella no trabajaba, sino que se dedicaba a las tareas de su casa.

Si comparamos ambos personajes: el ficticio de Santalla y el de María Domínguez, llegamos a las siguientes conclusiones:

  1. Los dos personajes, María y Santalla, llevan vidas muy diferentes, aunque ambos proceden de familias muy sencillas y sin formación.

  2. En la vida de Santalla destaca la inactividad y el dejar que su hermana y madre cuiden de él. Después de cometer actos violentos, se esconde. Por el contrario, la biografía de María Dominguez revela su enorme actividad e iniciativa personal para realizar lo que ella desea, separándose de la persona con la que sus padres le han obligado a casarse y huyendo a Barcelona para ganarse la vida.

  3. Santalla también huye, pero para que la Guardia Civil no lo encuentre. María Domínguez desarrolla una actividad política y llega a ejercer un cargo público. Santalla no consigue nada por sí mismo. Su actitud pasiva provoca indirectamente la muerte de su hermana y de su madre. La actitud activa de María la lleva a la muerte en las circunstancias violentas de los primeros meses de la guerra civil.

    El título en el cuento de Pilar Cibreiro, lleva el nombre del hijo y hermano en su calidad de escapado, por lo tanto aparece como centro de la historia. El relato, sin embargo, se puede considerar -desde la perspectiva de la voz narrativa – un homenaje a las mujeres silenciosas. Cabría imaginarse, después de establecer las  anteriores comparaciones, otro título para el cuento, o plantearse, por qué decidió la autora ponerle el que lleva.

     

Violencia desatada (I): Santalla el escapado de Pilar Cibreiro

Seguimos comentando hoy, de los cuentos de la colección „Vivir en tiempos difíciles„, el que lleva por título SANTALLA EL ESCAPADO, cuyo resumen ya apareció en estas Letras en Danza.

La violencia sufrida por los personajes centrales de Santalla el escapado de Pilar Cibreiro y Un ruido extraño de Juan Eduardo Zúñiga – es el tema común de ambos cuentos: una violencia que tiene lugar en contextos de represión y guerra. En Santalla el escapado, el protagonista, que da nombre al título, vive como una alimaña, escondido de la justicia en un lugar del monte, en Galicia, pues durante la última fase del gobierno de la II República había cometido robos y asaltos a casas de labranza ricas, donde abundaba la comida y bebida. Del grupo de jóvenes con los que había llevado a cabo estos actos violentos, Santalla es el único que no se ha entregado a la justicia y, además, no se arrepiente de sus actos.

En el cuento Un ruido extraño un emboscao -una persona que anda huyendo o está escondida para no participar en la guerra -, es perseguido por un oficial de Brigada en una casa abandonada donde ambos acaban siendo víctimas del ataque de cientos de ratas que les dejan el cuerpo ensangrentado.

Si bien los espacios donde transcurren las dos narraciones son diferentes – uno rural y el otro urbano-, en ambas historias hay alguien que se refugia (cueva/casa) y el ambiente que se respira es de represión, opresión o abandono.

Silencios que matan

El conflicto en el relato de Pilar Cibreiro se cristaliza entre Santalla, que se esconde, y quien le busca: un sargento de la Guardia Civil que desea atraparlo a toda costa. Los personajes son caracterizados en el texto bien por su personalidad y temperamento o por sus actos: Santalla es una persona ociosa, violenta, obstinada, que no siente remordimientos y solo piensa en sí misma; vive como un animal salvaje escondido en el monte y baja cada dos o tres días a buscar la comida que su hermana le deja en un lugar convenido.

Cedeira, cuya  actuación es todo lo contrario a ejemplar, es también violento y obstinado: al no dar con Santalla ni querer introducirse en las zonas más inaccesibles del monte para buscarlo, decide ir sobre seguro y torturar a las mujeres (hermana y madre de Santalla) hasta que estas mueren. Con estas muertes se da por satisfecho.

Las mujeres son silenciosas pero tenaces, hasta el punto de morir sin revelar el escondite. Los vecinos de la comarca se mantienen en vilo, vigilan atentos encerrados en sus casas cuando tienen lugar las vejaciones y torturas a las mujeres, pero permanecen pasivos y atemorizados.

Todas las decisiones y acciones que realizan los personajes tienen consecuencias violentas.

La ficción nos afecta

Publicamos hoy otro comentario de Philipp Grolla, uno de los estudiantes de Lengua española -y de Filosofía, en la Freie Universität – que ya conocemos en estas LETRAS EN DANZA.

¿Es la ficción capaz de decirnos algo sobre la “realidad“?

En el microrrelato de José Emilio Pacheco “Relato de Eustolia” una joven intenta contar la historia de su vida desde un punto de vista personal y explica por qué se encuentra en una cárcel en aquel momento.

Eustolia llega a la ciudad de Chicago con su familia cuando todavía es pequeña. Como su papá abandona a la familia y su mamá muere poco después, Eustolia tiene que vivir con una familia tutelar en la cual ella es víctima de maltrato y abuso sexual varias veces. Sufre mucho y empieza a prostituirse para ganar dinero y un poco de independencia y autonomía. También desde entonces comienza a tomar drogas.

Sin embargo algunos años después se da cuenta de que ya no quiere continuar trabajando para su proxeneta Mike y a partir de entonces trabaja con clientes propios. Desgraciadamente se queda embarazada y da luz a un hijo. De todas formas Eustolia está completamente desbordada y como no tiene esperanzas de que la situación mejore, mata a su hijo.

Indudablemente el destino de Eustolia es horrible. El microrrelato presenta a una mujer joven que probablemente nunca ha experimentado seguridad y alegría en su vida. No ha tenido ni una familia que la quiere ni alguien que la apoye. Hasta este punto su vida no le ha salido bien. Su vida está fracasada y los lectores lo comparten. Sabemos que la historia no es real sino ficticia, pero la peculiaridad de la ficción es que esto precisamente no importa.

Normalmente nadie se interesaría por el destino de una prostituta joven que mata a su hijo. Pero la ficción lo acerca e ilustra. Como crea una realidad alternativa omite algunos detalles insignificantes y aumenta otros para ponerlos en contexto y muestra las conexiones, de manera que podemos comprender por qué Eustolia se convierte en una prostituta. Reconocemos la relación entre las circunstancias exteriores y su vida interior.

Aunque no existe una mujer encerrada que se llama Eustolia, su cuento nos conmueve muchísimo y para mí este es uno de los méritos de la ficción: Es capaz de dirigir nuestra atención a un aspecto en el mundo real que normalmente no percibiríamos a través de movilizar, exigir y perturbar nuestros sentimientos. La ficción nos afecta y en el caso de Eustolia alza la voz para gente que está al margen de la sociedad. Gente a la que normalmente se margina. Eustolia plasma la imagen de alguien que no puede articular su perspectiva.

Philipp Grolla,  2014

La lengua de las mariposas, de Manuel Rivas (y III)

Nombrar hechos históricos

Publicamos hoy el último comentario alrededor del cuento de Manuel Rivas titulado „La lengua de las mariposas“. Ya sabemos que el vínculo entre alumno y maestro se ve truncado en los días posteriores a la golpe militar del 18 de julio de 1936, cuando en la historia de ficción se relata que unos falangistas se llevan preso a Don Gregorio junto con otros hombres afectos a la República o de ideas que no correspondían con los ideales de quienes se levantaron en armas.

El contexto histórico al que hacen referencia los hechos dramáticos narrados al final del cuento es la sublevación militar que tuvo lugar en la colonias españolas del norte de África el 17 de julio y en la península el 18 de julio. Fueron actos violentos de rebelión contra un gobierno democrático, el de la II República, que desembocaron en una larga guerra.

El término clave que se utiliza en el discurso autolegitimador de los militares sublevados para referirse a los hechos es “Alzamiento”. Más tarde, recordando esa fecha, se hablará del “Espíritu del 18 de julio” (fecha de la Fiesta Nacional durante el Franquismo), o del “Inicio de la gloriosa Cruzada”, o del “Día de la Reconquista”, añadiéndole el adjetivo “nacional”. Al enemigo se le llamará “rojo”, sin hacer distinciones, o bien se hablará de “hordas marxistas”. Una especie de malabarismo con las palabras y los hechos.

En este contexto, vale la pena recordar un relato de ficción, esta vez extraído de la novela CIELOS DE BARRO, de Dulce Chacón: (el subrayado es mío)

El protagonista, recuerda que:

… yo nací republicano, y republicano me moriré. Y no los voy a llamar rojos, porque yo soy rojo, igual que mi padre, que lo era de verdad, y a mucha honra. Pero ésos eran de otro rasero, y con tanto desbarajuste, hicieron que llamaran rojo a los rojos como si fuera una afrenta, y con ese escarnio que lo dicen todavía los que se hicieron amos del poder. Y mi padre era rojo. Y así mismo le insultaron mientras se lo llevaban a la plaza de toros, gritándole rojo. Rojo. Rojo de mierda. […]  No se me despintan esas palabras, señor comisario, lanzadas como piedras con honda, para herir. Escuché cómo se las decían a mi propio padre, a mis diez añitos, y me dolieron más que si me las hubieran dicho a mí.

Más adelante sigue matizando:

Digo siempre algunos nuestros porque no me da la gana de llamarlos rojos, y si digo sólo nuestros, los estoy metiendo en el saco, ya se lo he explicado yo a usted, que no somos todos iguales